Quedé extasiada, ha sido la experiencia más bonita de mi vida sobre trabajar en equipo. Nunca me había sentido tan tranquila, y no cabe duda que cuando uno deja las cosas en manos de Dios, todo fluye al paso exacto.
Esta vez no tuve miedo, de nada, olvidé todo lo que no era Teponahuasco (familia, amigos, escuela, clima, proyectos, vacíos, etc) y me concentré en el lugar y lo que debía hacer.
¿Hubo detalles? ¡Claro que sí! Pero, creo que fueron mínimos y son puntos muy especiales para mejorar en el próximo encuentro (al que espero poder ir).
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