Ni debería de poner las fotos de este gato traidor, hace escasos minutos se escapó y tuvimos que ir como soldados tras él. Y digo como soldados porque hay que entrar a las cocheras de los vecinos y practicar pecho-tierra, brincar canceles y hacer movimientos cautelosos para poder interceptarlo. Como verán en el post anterior, tenemos portón grande y por eso no sale a la calle, además es una calle concurrida y mi madre teme por si vida.
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